domingo, 7 de enero de 2018

W40k. Un poco de trasfondo...los Cultos Genestealers.

En esta entrada describiré en qué consiste un Culto Genestealer de forma breve, y próximamente os escribiré un pequeño relato de mi propio culto. Espero que os guste. ¡Por el emperador de cuatro brazos!

El Culto Genestealer.
El Imperio de la humanidad se extiende por el universo, sin ser consciente de un mal que le afecta y se expande desde siglos. De planeta en planeta, de sistema a sistema, los mundos caen ante una fuerza subversiva guiada no por una conquista material o el amor a la guerra, sino por impulsos genéticos innatos incomprensibles para el conocimiento del hombre. A lo largo y ancho de toda la galaxia, los Genestealers llegan en silencio y sin ser esperados a mundos tranquilos. Es en ese momento cuando el Genestealer infecta a un huésped y funda un culto, que se desarrolla durante generaciones, allanando el camino y sirviendo de guía para la invasion tiránica que consumirá toda la biosfera del planeta. 
Así, el Culto se desarrolla lentamente, como una enfermedad infecciosa, uniendo más nativos al Culto y asegurando que sus futuros descendientes también estarán unidos genéticamente a ellos. Cada Genestealer puede infectar a grandes números de población nativa gracias a las pequeñas vías ponedoras de huevos que poseen en sus lenguas en forma de tubo, corrompiendo su herencia genética para siempre. Los padres son hipnotizados para que cuiden con todo el cariño de sus inhumanos descendientes, mediante lazos psíquicos poderosos, uniendo a todos aquellos que lleven la marca de los Genestealers. Los híbridos descendientes de los Genestealers también pueden infectar a otros, y así el Culto crece y crece.
Liderando el Culto hay un pequeño círculo interno que maneja las acciones de todo el grueso de los miembros para tomar zonas localizadas en un área local, o para ir a la conquista del planeta entero. Bajo la apariencia de un culto religioso común, los líderes sólo saben que deben mantenerse libres de toda interferencia exterior y crecer constantemente, conducidos por un implacable instinto. Los líderes no tienen dudas cuando sus seguidores mueren, y lo hacen a menudo, para preservar a la Raza. Los enviarán a la batalla, y a veces incluso se unirán a ellos, pero el objetivo supremo es la supervivencia del Culto a cualquier precio. Esto es especialmente cierto en lo referente a los Magus, los más humanos y los más poderosos líderes del Culto. Mientras un Genestealer o un Magus pueda escapar, el Culto sobrevivirá. Esta es la principal dificultad a la que se enfrentan los inquisidores imperiales del Ordor Xenos se encuentran con estas infestaciones: si uno solo de los miembros escapa, el Culto entero puede reemerger después de generaciones, más poderoso que antes.

Las armas y equipamiento del Culto son en su mayor parte robados, comprados por vías ilegales o hechos por ellos mismos, lo que da como resultado una variopinta gama de armamento. Normalmente tienen acceso a una amplia variedad de armas y vehículos (a través de conversiones de los militares o gubernamentales), pero esto normalmente lleva un coste ya que no pueden ser adecuadamente mantenidos. Los vehículos están limitados a aquellos fáciles de robar o construir, por lo que el Culto carece de vehículos especializados y deben conformarse con los más simples. Los intentos de conseguir armas más poderosas y esotéricas a veces tienen éxito gracias a asaltos a depósitos humanos o ataques sorpresa a las guarniciones. En ocasiones incluso se tiene acceso a amplias reservas de material gracias a la conversión al Culto de altos cargos de las jerarquías humanas.
Cuando el Culto es lo suficientemente grande y fuerte, su conexión psíquica sirve de guía para su verdadero propósito, atraer la Flota Enjambre a un planeta listo para ser devorado. Como sus ocultos líderes-marioneta, el Culto se ve forzado a consumir. Siempre se sentirán impulsados a derrocar los poderes planetarios locales, para asegurar su libertad y continuar creciendo. Los mismos combates entre las fuerzas del Culto y sus enemigos aumentan la fuerza de la señal, creando una especie de faro que indica que la "comida" está lista. Una vez que los Tiránidos llegan, todo está perdido, las fuerzas del Culto que aún sobrevivan son absorbidas y el planeta queda indefenso para ser consumido y convertido en nuevos materiales genéticos para la biomasa. Incluso si los Tiránidos llegan a ser expulsados, el planeta normalmente está ya en ruinas y debe ser bombardeado por las fuerzas imperiales para asegurar que ninguna presencia de los Genestealers se mantiene. Uno a uno, los mundos se pierden de las manos del Imperio mientras esta aparentemente imparable enfermedad se extiende por la galaxia.


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